Filiberto, 2021
La Boca, Capital Federal, Argentina
Tipología: Departamento — Reforma integral: 82 m²
(Servicios) Anteproyecto, Proyecto, Dirección de Obra.
(Equipo de Trabajo) Buró GP + Arq Tomás Hausemer.
Filiberto es un proyecto realizado en un edificio de época ubicado en el corazón del barrio de La Boca en la Ciudad de Buenos Aires, próximo a zonas turísticas como Caminito y el estadio de Boca Juniors.
El edificio preserva fachada y revestimientos originales. En el área de circulación se conserva la escalera revestida en mármol de carrara y puertas originales de hierro y madera. En los departamentos se conservan los pisos de pinotea, puertas de madera de cedro y ventanales con cristales azules originales ubicadas hacia un patio interno.
El proyecto planteó una reforma integral y priorizó la puesta en valor de un departamento en un segundo piso. La intervención realizada se enfocó en mejorar la funcionalidad general del departamento, sin perder la esencia de su arquitectura original.
Imágenes previas a la intervención
Parte del desafío fue conservar la mayor cantidad de elementos originales posibles. Se reutilizaron todas las aberturas, tanto las de hierro como las de madera, redistribuyéndolas en los nuevos ambientes. La pared de ladrillo visto rescatado de la demolición contrasta y al mismo tiempo dialoga con el nuevo diseño.
El piso de pinotea fue pulido e hidrolaqueado, devolviéndole el color original de la madera, mejorando su aspecto y color.
La cocina toma un papel fundamental, ya que es el lugar más transitado y se lee como el núcleo central del departamento.
Inicialmente se contaba con una pequeña cocina de 2,5m2 ubicada en el fondo del departamento.
Queriendo generar un espacio público abierto, se optó por reubicarla, ampliarla e integrarla con el living y con un área de escritorio.
Con tan solo 3 materiales como la madera, la melamina y el granito, se logró una cocina simple, cómoda y funcional que invita a ser utilizada en compañía.
Un cerramiento con estructura en perfiles de hierro y vidrio que va de piso a techo fue el recurso para plantear un límite versátil entre el área de trabajo y la cocina. Este divisor de puertas corredizas fue pensado para generar privacidad en el escritorio, el cual puede convertirse en habitación de huéspedes si así se desea. Al cerrarlo, se consigue privacidad sin perder la luz natural gracias a los vidrios con textura, los cuales rememoran las aberturas de hierro y vidrio existentes.
En los baños se buscó la iluminación natural, para ello, se utilizaron aberturas con vidrio texturado manteniendo la privacidad y permitiendo el paso de luz.
Al mismo tiempo, se revistieron con cemento alisado de color neutro generando superficies completamente lisas que no compiten con la esencia original del departamento quedando así dos baños completos: uno para visitas y el otro dentro del cuarto principal.
Una de las intenciones de la reforma fue transformar el cuarto principal en suite. Para ello se diseñó un vestidor como antebaño y ,debido a la gran altura que ofrecía el departamento, el mobiliario fue pensado para optimizar el espacio de guardado tanto en la parte superior como inferior.
Para mejorar la entrada de luz natural, como acceso al cuarto principal, se reutilizó la puerta de hierro y vidrio repartido existente. También se modificó la abertura que da hacia el balcón, por una de mayor tamaño.
Filiberto, 2021
La Boca, Capital Federal, Argentina
Tipología: Departamento — Reforma integral: 82 m²
(Servicios) Anteproyecto, Proyecto, Dirección de Obra.
(Equipo de Trabajo) Buró GP + Arq Tomás Hausemer.
Filiberto es un proyecto realizado en un edificio de época ubicado en el corazón del barrio de La Boca en la Ciudad de Buenos Aires, próximo a zonas turísticas como Caminito y el estadio de Boca Juniors.
El edificio preserva fachada y revestimientos originales. En el área de circulación se conserva la escalera revestida en mármol de carrara y puertas originales de hierro y madera. En los departamentos se conservan los pisos de pinotea, puertas de madera de cedro y ventanales con cristales azules originales ubicadas hacia un patio interno.
El proyecto planteó una reforma integral y priorizó la puesta en valor de un departamento en un segundo piso. La intervención realizada se enfocó en mejorar la funcionalidad general del departamento, sin perder la esencia de su arquitectura original.
Parte del desafío fue conservar la mayor cantidad de elementos originales posibles, para ello, como recurso, se reutilizaron todas las aberturas de hierro y madera, redistribuyéndolas en los nuevos ambientes.
La pared de ladrillo visto rescatado de la demolición contrasta pero dialoga de manera armoniosa con el nuevo diseño.
El piso original de pinotea fue pulido e hidrolaqueado para mejorar su aspecto y color.
La cocina toma un papel fundamental, ya que es el lugar más transitado y se lee como el núcleo central del departamento.
Inicialmente se contaba con una pequeña cocina de 2,5m2 ubicada en el fondo del departamento.
Queriendo generar un espacio público abierto, se optó por reubicarla, ampliarla e integrarla con el living y con un área de escritorio.
Con tan solo 3 materiales como la madera, la melamina y el granito, se logró una cocina simple, cómoda y funcional que invita a ser utilizada en compañía.
El piso seleccionado es un microterrazo realizado in situ. Sus piedras fueron específicamente seleccionadas para no desentonar con el color general del departamento: una base neutra con una combinación de pequeñas piedras en colores grises a tono y un color ocre similar al color de la madera del nuevo mobiliario.
Un cerramiento con estructura en perfiles de hierro y vidrio que va de piso a techo fue el recurso para plantear un límite versátil entre el área de trabajo y la cocina. Este divisor de puertas corredizas fue pensado para generar privacidad en el escritorio, el cual puede convertirse en habitación de huéspedes si así se desea. Al cerrarlo, se consigue privacidad sin perder la luz natural gracias a los vidrios con textura, los cuales rememoran las aberturas de hierro y vidrio existentes.
En los baños se buscó la iluminación natural, para ello, se utilizaron aberturas con vidrio texturado manteniendo la privacidad y permitiendo el paso de luz.
Al mismo tiempo, se revistieron con cemento alisado de color neutro generando superficies completamente lisas que no compiten con la esencia original del departamento quedando así dos baños completos: uno para visitas y el otro dentro del cuarto principal.
Una de las intenciones de la reforma fue transformar el cuarto principal en suite. Para ello se diseñó un vestidor como antebaño y ,debido a la gran altura que ofrecía el departamento, el mobiliario fue pensado para optimizar el espacio de guardado tanto en la parte superior como inferior.
Para mejorar la entrada de luz natural, como acceso al cuarto principal, se reutilizó la puerta de hierro y vidrio repartido existente. También se modificó la abertura que da hacia el balcón, por una de mayor tamaño.