Toscanini es una casa unifamiliar ubicada dentro del área residencial de la ciudad de Tigre, zona norte de la provincia de Buenos Aires.
El encargo consistió en una reforma integral junto con una pequeña ampliación, dando como resultado nuevas relaciones espaciales.
El objetivo fue potenciar al máximo el ingreso de iluminación natural y contacto con el exterior, generando un dialogo directo entre la arquitectura y su entorno.

El ingreso a la propiedad se enmarca a través de un semicubierto exento generando escala peatonal y permitiendo la entrada directa de luz natural.
Solicitado por el cliente, el color negro fue el seleccionado para cubrir todo el exterior de la casa. El mismo, permitió generar identidad y unificar las distintas texturas y materialidades.
Contiguo al acceso, refuncionalizando el antiguo Bow Window, se construyó un pequeño atelier con amplias aberturas que se despliegan a un patio exterior,
generando así un área de trabajo dinámico y recreación. Este patio conecta el acceso principal con otro acceso lateral complementario al de la casa.

El patio trasero se pensó como lugar de encuentro y ocio, el cual esta conformado por un sector de parrilla, una larga mesa para 12 comensales y un sector de living que funciona como extension de la cocina y living interno de la casa.
Para culminar, se construyó una pileta climatizada de pequeña dimension, la cual se lee como un espejo de agua o estanque.
Siguiendo con la estética de la casa y combinando con los pórfidos de los solados exteriores, el revestimiento elegido para dicha pileta fue la piedra antideslizante natural Bali en tonos grises.

El ingreso a la propiedad se enmarca a través de un semicubierto exento generando escala peatonal y permitiendo la entrada directa de luz natural.
Solicitado por el cliente, el color negro fue el seleccionado para cubrir todo el exterior de la casa. El mismo, permitió generar identidad y unificar las distintas texturas y materialidades.
Contiguo al acceso, refuncionalizando el antiguo Bow Window, se construyó un pequeño atelier con amplias aberturas que se despliegan a un patio exterior,
generando así un área de trabajo dinámico y recreación. Este patio conecta el acceso principal con otro acceso lateral complementario al de la casa.

La cocina se reformó en su totalidad. El mobiliario se ubicó a lo largo de la medianera, permitiendo así ampliar las aberturas existentes. Las mismas se pueden abrir en su totalidad haciendo que el jardin funcione como una extension de la cocina.
El color negro vuelve a tomar protagonismo para seguir con el mismo lenguaje tanto dentro como fuera de la casa.

La planta alta se redistribuyó y refuncionalizó generando dos habitaciones con vestidor y baño privado.
Dentro de la habitación principal, sobre el vestidor, se construyó un altillo (con iluminación cenital mediante una ventana tipo Velux) que funciona como segundo atelier y espacio de guardado.
Al encontrarnos con un techo de teja y madera en malas condiciones, se tomó la decisión de remplazarlo por uno de chapa acanalada simplificando la cantidad de pendientes, dandole además una nueva imagen a la fachada principal.

El patio trasero se pensó como lugar de encuentro y ocio, el cual esta conformado por un sector de parrilla, una larga mesa para 12 comensales y un sector de living que funciona como extension de la cocina y living interno de la casa.
Para culminar, se construyó una pileta climatizada de pequeña dimensión, la cual se lee como un espejo de agua o estanque. Siguiendo con la estética de la casa y combinando con los pórfidos de los solados exteriores, el revestimiento elegido para dicha pileta fue la piedra antideslizante natural Bali en tonos grises.